miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Cuánto bien nos hace la risa?


Seamos honestos; no me arriesgaría yo a decir que en el día de ayer firmáramos un indiscutible paradigma de respeto, atención y saber estar, digno de enmarcar en letras de oro como ejemplo irrefutable de compostura y formalidad para generaciones venideras, la verdad.


Pero ueeeeeno… se ha podido percibir una mínima mejoría, que ya es algo. Enfervorizados aplausos, jacarandosos vítores y vivarachos piropos aparte, por supuesto. Supongo que el clima los merecía. Y además, ¿cuánto bien nos hace la risa? La risa de verdad, la que rompe espontánea en colectiva carcajada; la que contrae la prensa abdominal y expande los carrillos al tiempo que instintivo buscas los ojos cómplices del compañero que se desparrama igual que tú. ¿Cuánto bien nos hace un “¡¡Torera, Torera!!” a tiempo y en el momento justo? Y ojo, una risa no a costa de nadie, sino en situaciones favorables y apropiadas que así lo demandan y no dañan en absoluto la dignidad de persona alguna.

Pienso que el clima en un aula es fundamental. El comentario a tiempo, la intervención justa, el chascarrillo perfecto -más o menos punzante, más o menos inteligente, esto es lo de menos ahora-, pero siempre dentro de los límites de la educación y el respeto, es FUNDAMENTAL para una clase. No en vano en la temporización de nuestra programación de aula deberíamos contabilizar minutos para ello, para estas distensiones necesarias en el alumnado. No hablo de hacer de la clase un pasillo de comedias. Hablo de estar atento como docente, al “cable” que en un momento dado te puede tender el alumnado. El grupo es un espejo nítido en el que se refleja lo que tú como profesor estás haciendo. Si estás tenso, tenso tendrás al grupo; si relajado y firme, relajados y aplicados estarán ellos. Si nervioso y dubitativo, ya estás muerto, jajajaja... El grupo te manda mensajes –no verbales- continuamente. Mensajes que como formadores tenemos que saber “leer” y entender. Y una buena bufonada a tiempo, puede ayudarte más que interrumpirte. Tu aliada siempre será la autoridad, la que proviene del amor y de la entrega; no el autoritarismo, que nace de la debilidad. Y si no pierdes nunca esa autoridad, podrás dejar que tu clase ría a mandíbula batiente y reír tú con ellos siempre que así lo estimes oportuno, sin perder por ello el ritmo, ni el control, ni nada. Es más, recuperando quizá el nivel de atención que anteriormente estaba bajo.

¡¡GUAPA!! jajajajajajaja!!!!!!!!!!! qué poca vergüenza…

Ayer seguimos aprendiendo cosas interesantes en clase de Innovación. Cómo acceder, por ejemplo, a esa "deep web" que conforma todo un 80% del total, qué bárbaro. Recursos importantes y de ayuda para ciertos aspectos de la docencia. Mi valoración global de la asignatura es buena. Ojalá tenga procesador suficiente como para gestionar toda la información que la profesora González nos ha dispensado.

6 comentarios:

  1. De verdad de verdad que estás creando un grupo de seguidores fieles que se ven identificados y representados en lo que leen. ¡Estupendo!. Y muy de acuerdo y muy bien escrito.

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  2. Totalmente de acuerdo contigo, Nacho. La risa, la complicidad y el buen ambiente en general deben formar parte de la dinámica de un aula, y el profesor debe formar parte de ello como un elemento más de la clase. Por cierto, gracias por hacerme sonreir mientras te leía :)

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  3. Me encantan tus entradas Nacho... Yo espero que cuando vaya a dar las clases en el instituto los alumnos estén la mitad de emocionados y contentos que esta clase cuando Mar y yo salimos ayer en clase... ¿Cuánto bien nos hace la ria? ¡Mucho! Yo hay cosas que prefiero decir con una sonrisa antes que con las palabras. La risa, la complicidad en la clase, crea buan ambiente lo que hace además ganarte la confianza de la spersonas que tienen delante, creo que deberíamos todos intentar en nuestras clases utilizar el buen humor, que nos ayudará en momento complicados, seguro.

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  4. (clap clap clap clap) = Onompatopeya de aplauso!

    Que nos gusta reirnos, pero nos reímos porque estamos agusto, en confianza y rodeados de buen ambiente. Cuando tu consigues eso en una clase, ya lo has conseguido todo. Lo demás viene rodado ;).

    Esa risa espontánea, cómo la mía, que cuando empieza ya no puede parar ^^. Si la risa alarga 2 segundos de vida...yo ya soy inmortal como los elfos.

    Gracias Nacho por transmitir con palabras tan fantásticas ese ambiente tan estupendo que se disfruta en nuestro grupo. Yo siempre voy con uan sonrisa preparada a clase porque sé que con vosotros nunca me va a faltar :)

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  5. VAYA!! GRACIAS A TOD@S!! me debo a mis lectores, jajaja...

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  6. Maria del Mar, tu empiezas y no paras jajaja. La verdad es que esos momentos de risa ayudan a aliviar muy mucho el cansancio acumulado. Siempre vienen bien

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